LA GRAN TRAVESÍA DE MONTSERRAT

RECORRIENDO EL MACIZO POR AGULLES, GORROS Y CUMBRES

Crónica escrita por DAMIÀ PERÉZ y publicada en la REVISTA MUNTANYA (936-937)
Excursión clásica y muy espectacular, que permite atravesar todo el macizo de oeste a este, alcanzando las cumbres más emblemáticas de cada región, para terminar en el monasterio de Santa Maria. La gran travesía de Montserrat es una excursión difícil, que requiere experiencia en la trepada y capacidad de orientación y de improvisación. A pesar de que el itinerario se puede realizar sin utilizar la cuerda ni tampoco ningún material técnico, habrá que tener en cuenta que las condiciones de los caminos, espolones y canales pueden cambiar mucho según las condiciones del terreno: si es mojado o incluso helado. Por tanto, lo primero que hay que hacer es poner la cuerda en la mochila, por si acaso. Habrá que contar con dos vehículos, uno para aparcar en Can Massana, y el otro en el monasterio de Montserrat, o bien retornar por el GR 4/GR 172 hasta Can Massana, empleando tres horas y media más de camino.

LAS AGULLES

El collado de Can Massana es el paso natural de la Anoia al Bages y la puerta occidental del macizo de Montserrat, lugar de batallas, campamentos, vivacs, escombros y recuerdos. Hoy en día el lugar ha sido arreglado por el Patronato de la Montaña de Montserrat y cuenta con un aparcamiento de pago bastante espacioso, una zona de picnic, una tienda y un punto de información. Es el lugar de partida de la mayoría de excursiones y ascensiones de la mitad occidental de Montserrat, donde se encuentran las regiones de Agulles, Frares Encantats y Ecos.

Nuestra travesía comienza precisamente en el collado de Can Maçana, donde encontraremos el GR que enseguida nos sitúa en el lado norte de las primeras colinas de la sierra, la colina de Sant Pau Vell y la sierra de Guirló, hasta el collado de Guirló, donde tomaremos el PR hasta el refugio Vicenç Barbé.

El PR supera en ligera subida a los bosques que flanquean la muralla oeste de Agulles, con la gran pared de la Palangana, surcada por la vía Ven-Suri-Ven como gran protagonista. El camino es sombrío y remonta hasta el paso de la Portella, canal rocoso y estrecho, de fácil trepada, que conduce al collado de la Portella, verdadera puerta de entrada al interior del macizo de Montserrat.

En este punto empezaremos la travesía de la región de Agulles, con el objetivo de llegar al collado de Agulles haciendo dos cimas, los Merlets y el Gep Llarg. El sendero pronto nos lleva al pie de la roca Petita de la Portella, monolito magnífico y probablemente la aguja más escalada de todo el macizo. Desde el pie de la roca Petita podemos avistar la cima de los Merlets, caracterizada por las dos almenas que cuelgan de la cima hacia la arista Brucs. A su lado este podremos ver el Gep Llarg.

Siguiendo el sendero mencionado llegaremos a un magnífico bosque justo al pie de la pared oeste de los Merlets, seguiremos hacia el norte hasta el pie de un tramo muy derecho y que deberemos superar con la ayuda de una cuerda fija. Hay que extremar las precauciones.

Una vez superado este mal paso, llegaremos al collado formado por los Merlets y el Gep Llarg. Una trepada de unos 5 m nos llevará a la cima de la aguja. Bajaremos por el mismo sitio y subiremos al Gep Llarg, que es la siguiente aguja hacia el este. Por el lado este treparemos unos 5 m hasta la cima, aún más fácilmente que la vía de los Merlets.

LOS FRARES ENCANTATS

Una vez alcanzadas las dos cumbres seguiremos la travesía de Agulles. Unos metros más allá tenemos la opción de alcanzar la cima del mirador de la Miranda de les Boïgues, si bien debemos abandonar momentáneamente la ruta y la subida es lógica, por la vertiente norte, pero bastante expuesta.

La travesía por la línea más alta de la muralla de agujas desciende fuertemente hasta la canal de las Bessones, que cruzamos a continuación para encontrar una canal bastante estrecha, equipada con una cuerda anudada que nos ayuda a situarnos en un bonito balcón, donde estaremos rodeados de las agujas más esbeltas de la región. Las Bessones, la Agulla de l’Arbret, la Agulla dels Set, la Boteruda del Gra, etc. La travesía sigue alternando fuertes subidas y bajadas y collados angostos hasta llegar al Portell Estret o collado de Agulles.

En el collado de Agulles hay que bajar unos metros hacia el sur, y a la altura de la arista Brucs de l’Agulla Sense Nom comienza la travesía de la región de los Frares Encantats, señalizada con marcas azules en dirección este. El camino remonta fuertemente hacia el pie de la cima del Morro Pla. Cuando la magnífica vegetación nos lo permita, podremos avistar agujas de aspecto mastodóntico, como el Lloro, o caprichosas, como la Nina.

La región de los Frares Encantats es como un bosque de hadas y gigantes. Bajo el Bisbe, el Lloro y la Monja una canal desciende fuertemente por el torrente del Lloro. Es un paso donde la roca es noble, pero puede convertirse en delicada si está húmeda. Una vez en el torrente del Lloro remontaremos hacia las cimas de los Frares Encantats, superando varios tramos casi verticales con la ayuda de cuerdas fijas hasta que llegamos al pie del Frare Gros, donde están situadas las dos cimas que subiremos: las agujas llamadas Cristobalites, la Inferior y la Superior (rocas 151 y 152).

Son dos cimas que hacen de contrafuerte del Frare Gros con solvencia. Sus aristas cuentan con buenas vías de escalada en un ambiente expuesto y aventurero, como suelen ser las vías de escalada de esta región. Por el lado norte ambas agujas no nos plantearán grandes dificultades, al contrario, subiremos sin obstáculos.

La Cristobalita Inferior es la que está ubicada al oeste de su pareja, y también es la que presenta un paso un poco vertical al llegar a la cima, pero tiene buena presa. Habrá que tomar todas las medidas adecuadas, una sabina en la cima nos permitirá poner una cuerda si es necesario. La Cristobalita Superior no tiene dificultad alguna, el camino de los Frares pasa casi a nivel de la cima, pero es un lugar estrecho y expuesto en la cara norte, totalmente vertical. Habrá que ir con mucho cuidado para bajar de la cima al camino porque el tramo es engañoso.

El camino de la travesía de Frares Encantats desciende seguidamente vertiginosamente por el centro de la cresta, dejando al norte los Frares Encantats y al sur el Bacallà. Encontraremos dos tramos equipados con cadenas y una última canal bastante vertical equipada con una cadena y escalones de hierro en la roca. El tramo es emocionante y expuesto, y nos permite llegar al collado de Port.

LOS ECOS

Coll de Port es un collado estratégico donde encontraremos el PR C-78, que hemos abandonado al paso de la Portella, y que viene de la vertiente sur y el camino que, hacia el norte, nos llevaría al GR de Can Maçana en el monasterio de Montserrat. Es pues un lugar estratégico donde, si quisieran podríamos volver a Can Maçana fácilmente haciendo una bonita vuelta circular. Pero nuestro recorrido sigue firmemente hacia levante.

De coll de Port seguiremos el PR pasando por debajo de la aguja Vista, el Cor de Be, la aguja del Miracle hasta el coll del Miracle. El collado del Miracle es un pequeño collado minúsculo aunque muy acogedor y que goza de muy buena vista de la coma dels Cirers y nuestro siguiente objetivo, la travesía del paso de la Esfinx dels Ecos.

Tomaremos el sendero del paso de la Esfinx pocos metros después del collado del Miracle. Este sendero no ofrece tregua y remonta con mucha verticalidad una gran cantidad de resaltes y flanqueos, a menudo expuestos, hasta el paso de la Esfinx, un buen lugar para descansar antes de alcanzar la cima de la Esfinx dels Ecos.

Nos encontramos en la zona más alpina de Montserrat, donde los horizontes están más abiertos y los collados más anchos. El circo que inicia la Esfinx dels Ecos y cierra la sierra del Patufet forma una herradura de cimas magníficas y de fácil acceso casi todos. La cima más destacada de la banda oeste es precisamente la que da inicio a esta cima por el oeste: la Esfinx dels Ecos.

La vía de ascensión afronta directamente la cresta norte de la aguja atravesando un pequeño bosque y encarando un tramo bastante vertical, pero con buenas presas (habrá que descartar el tramo si encontramos la roca mojada). Esta trepada nos deja en la vertiente este, donde habrá que flanquear hasta un pequeño canal que nos llevará a la cima. Habrá que tener mucho cuidado en la bajada.

Volviendo al paso de la Esfinx pasaremos por debajo de la Enganxada y la miranda de los Aurons para iniciar a continuación la travesía del circo del Salt de la Nina, pasando por las bases de las aristas de las rocas del Salt de la Nina, siempre acompañados de magníficas vistas del grupo de los Ecos, verdaderos reyes de la región.

El camino desciende por pendientes de roca, en algunos tramos descompuesta, hasta situarnos al pie del grupo de rocas de los Ecos, que parecen un órgano, muy cerca de la arista de la aguja Estasén, de una pureza y simplicidad extraordinarias.
Nuestra travesía nos presenta en este punto dos variantes extraordinarias: la travesía de los Ecos por la Miranda o la travesía de los Ecos por el Montgròs. Ambas opciones nos llevan al valle del Migdia, cerca del portillo del Migdia. Cabe destacar que el camino al valle del Migdia vuelve a coincidir con el PR C-78, que habíamos abandonado al inicio del itinerario del paso de la Esfinx.

Si optamos por la primera opción, habrá que remontar la canal que separa las aristas de los Ecos y la sierra del Patufet, y situarnos casi en la cima del Serrat del Patufet. Hacia el norte, una canal vertical y rocosa equipada con una cadena remonta hasta el collado norte de la miranda de los Ecos, que no ofrece ninguna dificultad aunque la cima es alargada y estrecha, de una panorámica majestuosa. Hace muchos años se plantó una cruz grande, hoy en día queda tan sólo algún símbolo sin personalidad. Para llegar al valle del Portell del Migdia habrá que destrepar la vertiente este de la miranda de los Ecos, primero por un tramo emboscado y resbaladizo, y después por la canal de los Micos, con técnicas de oposición y destrepe difícil, hasta muy cerca del portillo del Migdia, desde donde, descendiendo el valle, encontraremos el camino PR C-78 que se dirige al Camí dels Francesos.
La primera escalada registrada en los Ecos fue hecha por el pionero Lluís Estasén y sus compañeros en la década de 1920.

Si optamos por la segunda opción, habrá que remontar la canal que separa las aristas de los Ecos la sierra del Patufet, y situarnos casi en la cima del Serrat del Patufet. En este punto vislumbraremos al norte la canal con la cadena de la miranda de los Ecos; hacia el sur, un sendero que desciende hacia el collado de la Salamandra y el camino del Montgròs. Habrá que dirigirnos hacia el sur, y, una vez en el camino del Montgròs, remontarlo para llegar al collado del Montgròs y la cima del Montgròs (1.133 m).

El Montgròs es una cima grandiosa situada en medio de la montaña de Montserrat, desde donde se disfruta de una vista soberbia sobre prácticamente todo el macizo. La primera ascensión por la vía normal del collado norte se realizó en 1880 a cargo del pionero del excursionismo Cèsar August Torras.

Dejando la mastodóntica y concurrida cima del Montgròs nos dirigiremos al valle del Migdia deshaciendo el tramo de camino que hemos hecho de subida, destrepando el canal de la Salamandra y flanqueando dos bancales algo expuestos, hasta el valle del Migdia, donde podemos reponer a la sombra de los magníficos tejos. En el valle del Migdia, muy cerca del portillo del Migdia llegaremos tanto si hemos elegido la opción de la miranda de los Ecos como la opción de la ascensión al Montgròs. En este punto podemos dar por terminada la parte más técnica y difícil de la travesía y entraremos en la región de San Jeroni o Tabor.

SANT JERONI

Seguiremos la excursión por el PR C-78 que se dirige hacia el sur en subida moderada hasta la cresta del Camell de Sant Jeroni, simpático grupo de rocas bastante altivo que bordearemos para encontrar el camino de los Franceses o del Bassal dels Gats que, en dirección norte, nos lleva al collado de las Pinasses.

Es el momento de subir una nueva cima, la Albarda Castellana (1.178 m), techo comarcal del Baix Llobregat. Desde el collado de las Pinasses tomaremos un sendero en dirección sureste. Una vez superado un primer lomo, encontraremos un paso en travesía ligeramente expuesto, y unos metros más allá, un muro vertical de unos cuatro metros que podremos superar con una cuerda fija instalada. Una vez hayamos pasado el paso clave, el camino resulta fácil, pero algo descompuesto, hasta la ancha cima de la Albarda Castellana, donde encontraremos un pesebre metálico y una placa que nos indica que estamos en la cima más alta del Baix Llobregat.

Regresaremos al collado de las Pinasses y subiremos a la cima más alta de Montserrat. Desde el collado de las Pinasses un sendero bien marcado nos llevará en dirección noroeste al camino de piedra, con escaleras que desentonan, que nos ayudan a remontar hacia la cima sorteando diferentes bultos de roca y el emplazamiento del antiguo restaurante, hasta el punto culminante, Sant Jeroni (1.236 m).

Ésta es la ascensión clásica a Montserrat, es la cima más alta de todo el macizo, allí donde Pedro III vislumbró toda Cataluña según Jacint Verdaguer. La cima está formada por dos rocas. En lo alto de la roca principal se encuentra el mirador más frecuentado del macizo, con una mesa de orientación, rodeado de barandillas. Unos metros al oeste encontramos la segunda cima, que tiene un vértice y puede subirse muy fácilmente.

Abandonaremos la cima de Sant Jeroni por el camino empedrado hasta la capilla de Sant Jeroni, emplazada en medio del collado del Pou de Glaç, y empezamos a bajar por la ruta habitual del monasterio a Sant Jeroni. El camino sigue el curso del torrente de Santa Maria en su inicio. Cerca de una pequeña garganta encontramos una bifurcación con un poste indicador hacia el Pla dels Ocells y el monasterio. Se trata del camino viejo del monasterio a San Jeroni.

El camino baja y casi inmediatamente encontramos a mano izquierda el sendero que nos lleva a la ermita de Sant Antoni y al Cavall Bernat, ya en la región de Sant Antoni o Tebes-Tebaida, pasando por el pie del Cap de Mort. Subir a visitar la ermita de Sant Antoni es opcional en la travesía que estamos haciendo, pero vale la pena acercarse a ella para disfrutar de la fabulosa vista y aprovechar para subir a la cima de la roca 349.

La roca 349 es la cima de encima de la ermita. Podemos subir caminando por un canal, junto a la roca de las Onze. Es un magnífico mirador y la cima del Plàtan de Diables. Podemos redondear nuestra visita a la ermita de Sant Antoni subiendo a la cima del Merlet de la ermita de Sant Antoni, pero está muy expuesto aunque es un tramo corto y la roca es mediocre.

Una vez visitada la ermita de Sant Antoni, y habiendo subido su cima, bajaremos nuevamente al camino de la sierra de las Lluernes, hacia el Cavall Bernat y las rocas de la sierra de las Lluernes, fácilmente identificables en el lado norte del camino; subir la sierra no nos supondrá ninguna dificultad. Simplemente se trata de irnos desviando del camino y crestear las diferentes cimas, suaves por el lado sur y verticales por el norte. Disfrutando de la facilidad y la vista de las cimas de la sierra de las Lluernes avanzaremos rápidamente hasta el collado de la Canal Plana.

En el collado de la Canal Plana el camino principal remonta hacia el collado de Sant Salvador y desciende hacia la ermita de Sant Benet, donde encontraremos el GR 4 – GR 172, que baja vertiginosamente hacia el monasterio. La bajada desde el collado de San Salvador nos ofrece unas vistas excepcionales de las grandes cimas de la región de Sant Benet: la Prenyada, la roca de Sant Salvador, más conocida como el Elefant, la Mòmia, la Momieta y el grupo de los Gorros, algo alejado hacia el sur. El camino cuenta con cerca de un millar de escalones de cemento que facilitan el descenso aunque no se adecuan al entorno. Poco antes de llegar al monasterio encontramos el Pas dels Francesos, un grado angosto entre la roca del Pas dels Francesos y los contrafuertes del Elefantet, última cima que treparemos antes de llegar al monasterio de Montserrat.

La roca del Pas dels Francesos es desplomada por el lado del camino y la cara este, pero por el lado sur nos permite subir a su cumbre fácilmente, pero con cierta exposición que habrá que valorar. Para subir, pues, nos situaremos en la parte superior del Pas dels Francesos y rodearemos la roca por su parte sur por el paso más evidente hasta la cima. Una vez hayamos subido la roca del Pas dels Francesos sólo habrá que seguir nuevamente el GR de escalones, que en algunos tramos se engorda siguiendo el torrente de Santa Maria, hasta la plaza del monasterio de Montserrat. Podemos visitar la basílica, ir a cualquiera de los miradores o visitar los tenderetes de las campesinas, mercado de tradición centenaria donde podremos adquirir el típico requesón de Montserrat.

FICHA TÉCNICA

Punto de inicio: Coll de Can Massana
Itinerario: Can Massana – Coll de Guirló – Roca Gran de la Portella – Les Bessones – Coll de Port – Montgròs – Sant Jeroni – Monestir de Montserrat
Tiempo de camino: 8 h.
Desnivel: +1.100 m
Dificultad: Alta
Material: Calzado adherente, casco, talabarde, cuerda auxiliar de 30 m, material para asegurar, agua, viveres, ropa adecuada, mapa.

DAMIÀ PERÉZ LADAGA

(Barcelona, 1976) es técnico en prevención de riesgos laborales y un apasionado montañero. Se inicia en el excursionismo de bien pequeño por las montañas de Els Brucs y Montserrat y después por el resto de montañas catalanas. De joven se hace socio del Centre Excursionista de Catalunya y empieza a hacer excursiones a la alta montaña, pasión que no abandonará hasta el día de hoy, y que compagina con el descenso de gargantas consiguiendo ascensiones y descensos en todo el mundo, pero sin olvidar nunca sus montañas más queridas, Montserrat y los Pirineos. Es autor del libro «Montserrat, cims sense corda» premio Artur Osona a la mejor guía de montaña en lengua catalana del año 2021 y colaborador de la revista Muntanya.
Por si quieres compartir esta crónica