DESHACIENDO LOS PASOS DE J. VERDAGUER EN LA CAT700

UN BIKEPACKING DIBUJADO

Crónica escrita por NÚRIA GALBE – @bikesketching
Fotografías: CAT700 – FUNDACIÓ JACINT VERDAGUER – NÚRIA GALBE
La aventura del cura excursionista en 1882 para llegar al Aneto desde la Seu d’Urgell, me llega de la mano de Bernat Gasull en el libro “Maleïda” (Verdaguer Edicions). Me emociona el relato y pienso: «que guapo rehacer el itinerario y dibujarlo a la vez». Y he aquí que en junio 2022 preparando la CAT700, la aventura en bicicleta de autosuficiencia en Cataluña, me doy cuenta de que pasa por los mismos viejos caminos del Arán y Àneu que hizo el cura en 1882… pero en sentido contrario. ¡Ailás! ¡Ya lo tengo! Al menos un tramo, que yo acabaré en el Delta del Ebro.
Serán 2 retos: pedalear el itinerario completo y dibujar en el cuaderno de viaje incluido el tramo de Verdaguer. Son 520 kms (hago la versión Gravel) para atravesar toda Cataluña de norte (Les, Vall d’Aran) a sur (Delta del Ebro) y tengo 5 días. Es mi aventura. “Tengo que hacerlo a mi ritmo” le digo a Mario, mi marido. Iremos por separado. Debe ser así si tengo que organizarme las horas, dibujar, comer y dormir para lograr el reto.

SALIDA DE LES EN DIRECCIÓN A ARTIGA DE LIN

Antes de salir, briefing y control de material por parte de la organización. Este junio los incendios devastan Catalunya. Cambios de ruta y nervios: mañana el fuego puede cambiar de nuevo el itinerario.

-“Quizás no es el fin de semana para hacer vivac en plena montaña” -nos dice Eliseu a los participantes.

Y nos lo tomamos muy en serio. Aun así, también por seguridad, no descargo el material de vivac de la bici. En Les vemos plantado el Haro, la falla que quemarán el siguiente fin de semana, por el solsticio de Sant Joan. Qué ironía… el mismo fuego que maldecimos hoy, lo veneramos en toda Cataluña en pocos días.
El croquis de Jacint Verdaguer del 1882
(imagen y cortesía de la Fundació Jacint Verdaguer)
Por la mañana salimos tranquilos, subimos el Camin Reiau y tomamos la carretera de la Artiga de Lin hacia Vielha. Ya pienso en las notas de Verdaguer a su paso por Artiga y sin darme cuenta, ya estoy en el lomo de la sierra, donde el camino rompe en una curva muy marcada. Me giro y miro arriba. ¡Oh! … ¡LA MALEÏDA! Cumbre y glaciar asoman tras el Còth deth Hòro.
Estoy en Arròca de Sèrra, donde Verdaguer se detuvo a hacer uno de sus croquis en 1882. El día es tan limpio, … veo la cima junto a los dedos. A Gasull le parece un sitio encantador. A mí también.

-«Al lío! A dibujar» me siento sobre la hierba florida. «Hagámoslo fácil: 2 lápices, uno para el Aneto (las luces) y otro para las contraluces, no quiero entretenerme mucho».

-«Hola Núria!» oigo una voz. Es Sergi, que me pasa pedaleando. También hace la Cat700, y a quien dibujé en otra travesía cuando trinchó el cambio en ruta.

ANETO, LA MALEÏDA

En 1882 era todavía muy poco visitado. Una docena de expediciones registradas al año.
-El 1er intento de alcanzar la cima fue de Francesc Sauci de Esterri d’Àneu en 1725. Frustrado, perdió la vida.
-Louis de Ramond de Carbonnières en 1787, también frustrado.
-La 1ª ascensión exitosa al Aneto fue en 1842, de Albert de Franqueville (francés) y Platón de Tchiharchev (ruso) y 4 guías occitanos. Un 20 de julio.

Verdaguer el 22 de julio de 1882, no llevaba ni bastón ni crampones ni cuerdas. Quería alcanzar la cima del Aneto desde Artiga de Lin, en un solo día. Una locura.

«Com ho ha fet la naturalesa per tallar eixos molars de granit (…)?«
El lo llamaba «Lo Goliat de nostres muntanyes».

En esta loma, Verdaguer nos habla de los abetos gigantes del bosque de Varicauba. (Ya no son, tan grandes):
«Son los avets més prims i llargs que he vist. La raça dels gegants de la muntanya no s’acaba, encara«.
«Davant se veuen les Maleïdes, clapades de neu, dretes i espadades, i als costats, immenses arbredes (…)«.
Gasull nos recuerda que el glaciar de Aneto tenía ocho veces más extensión que ahora. ¡A partir de los años noventa del siglo XX, el glaciar ha perdido entre el 80 y el 90% de la superficie!

Pero hoy, mis Goliat son Beret y Espot, me esperan +2.400m de desnivel acumulado en un centenar de kilómetros, así que tengo que apresurarme. Guardo rápidamente el cuaderno en la bolsa del tubo de la bici y sigo pedaleando hacia Vielha.

LLEGANDO A GESSA

Camin Reiau arriba por la umbría, pasado Camin des Banhs d’Arties, cambiamos de vertiente atravesando el Garona hacia la solana, en Gessa. Se sabe que Verdaguer debía dormir aquí, pero no se sabe dónde, muy probablemente se alojó en la rectoría, un caserón del s. XVI.

Entro por una rampa que se me hace larga (la subo arrastrando la bici), y en plena fachada veo unas ruedas de bici con flores colgando.
Mira, aquí vive un@ ciclista! Mira qué buena excusa, una pausa en la sombra«.

Gasull dice: «De este camino por Arán hechiza el paisaje, las iglesias, las casas, las torres, los tejados de cuatro vertientes, los balcones con flores y hechizo (…) redescubrir la viveza de la lengua occitana».

Paso la iglesia y sigo hacia Bagergue y Beret, tramo que también hizo Verdaguer el verano del siguiente año, en 1883. La subida es un mirador precioso, pero el sol cae a plomo y el aire es fuego. Vuelvo a andar, me faltan energías. Yo ya no veo a otra ciclista («así que ya soy la última» pienso).

Poco después veo a la organización bajo la sombra del único árbol y Mónica viene a mi encuentro, acompañándome un rato: parece que no soy la última, el calor también pasa factura al resto de participantes. Veo las antenas de Beret «Venga, que ya lo tengo».

PLA DE BERET – La “peira lhevada”, llamada “Peira deth Uelh deth Garona”

Beret, ¡ya estoy! ¡Hace mucho tiempo que le tenía ganas a esta piedra!… 1000 veces pasado, nunca dibujada.

La divisoria de aguas entre el Atlántico y el Mediterráneo, entre el Garona y la Noguera Pallaresa.

No es un menhir, se considera un hito de referencia indicador de un lugar de paso desde tiempos muy antiguos. A 1.850 m de altitud, mide casi 2 metros de altura y 1,5 m de perímetro.

Verdaguer en Beret nos habla de las piedras y le hace gracia el anagrama de los dos arroyos, el Garona y la Noguera: “Obert en forma de llibre immens de fulles verdes, que té ramades per lletres i alguns -pocs- penyals perduts entre l’herba. (…) Allí naixen, a un quart de distància, la Noguera i lo Garona, quals son anagrama l’un de l’altre i els quals cursos segueixen direccions totalment oposades, com si es tinguessin por“.

Noguera per Alós / tot joguinós,
Garona per Aran / tot rondinant.

(Canto VII de Canigó)

Beret da para muchas historias, como la leyenda del aranés listo prometiendo al alcalde de Burdeos hacer un puente de plata en el Garona con sólo tres napoleones de plata. Pero la dejo para otro momento.

De nuevo, salto a la bici y hacia Montgarri, ¡todo bajada! Me conozco el camino, bien por la Marcha Beret de esquí de fondo, bien por la travesía de montaña Pass’Aran entre las Valls d’Aran y Coserans.

MONTGARRI

¡Por fin! El almuerzo!!!
Justo Llegando reconozco saliendo pista abajo otro ciclista de la CAT700. Lástima, no coincido.

En la terraza del patio hay bastantes ciclistas. Repaso las caras, pero ninguna «de las mías». Vuelve la sensación «Ya no queda nadie». Bien, a comer que hay hambre».

Hago cola en la barra detrás de una señora francesa con sandalias y pedicura muy glamurosas. En cambio, la educación no la tiene tan pulida. No me gusta cómo trata a la camarera. Pienso en la «fauna» de Baqueira mientras paga.

-«¡Hola! Un bocadillo de atún por favor, y un Aquarius si tiene?… Y de paso, después, ¿me podrías rellenar estos dos bidones con agua, por favor?» (Digo señalando el grifo que tiene la chica delante).
Pago los 10,50€ por el bocadillo y la lata y oigo una voz que justo pasa detrás de mí:
-«Si quieres agua para los bidones, ahí fuera tienes un grifo». (Vaya. Esto tampoco me gusta).

Mientras me lo zampo y dibujo me vuelve el buen humor. Y además consigo no dejar huellas de aceite en el papel, ¡un milagro!

La puerta de la iglesia está abierta. Esta vez no entro. Verdaguer estuvo una noche en Montgarri en julio. El refugio actual era parte de la rectoría y del hospital. Venía de Alós y de Isil. Yo voy en dirección contraria, de hecho como cuando Flordeneu lleva a Gentil a su lado Noguera abajo en el Canto del Canigó.

Pongo cera en la cadena de la bici, los caminos están demasiado secos y polvorientos. ¡Y hacia abajo que vien bajada!

Me animo con tantas ganas pista abajo que el cuaderno de dibujos sale volando en algún rebote de raíz, y no me doy cuenta. Aunque regreso pista arriba más tarde, no lo encontraré. Quizás se lo ha comido alguna de las vacas que me he encontrado en el camino. Vale, me quedan las fotos y algún papel blanco suelto. Bye-bye!

ESTERRI D’ÀNEU

Llego a Esterri (km 85), donde Gasull nos recuerda de donde salió Francesc Sauci en 1725 hacia el Aneto. Fue el 1er intento de alcanzar la cima que tenemos registrada, y frustrado.
Quería comprobar la leyenda de las Maleïdas con el hechizo de los rebaños y de los pastores. A media cuesta de la cima ya no necesitaban seguir. Estaban suficientemente cerca para confirmar que la leyenda era cierta: «había siete mil cabezas de ganado petrificadas en la cresta de la montaña».

Verdaguer también hizo noche aquí (yo voy pista abajo, he tardado poco rato). Pedaleo siguiendo la izquierda del pantano, por la carretera de Berrós hacia el puente de la Torrassa, y la presa, pero no veo el Mazo de Rolando (la barra de unos 8 palmos de largo) que nos menciona. Ahora la han trasladado un poco más arriba, junto a la carretera principal.

«Tot passant pel pla d’Esterri, / Pel camí que baixa a Gerri, Malclavada en un llis d’herba, / Ha obirat fèrria i superba La gran Maça de Roland«.

Quienes sí veo -ilusionada- son las caras conocidas de la organización y un montón de otros ciclistas de la CAT700. ¡Cuánta gente! También han hecho parada por el camino… ellos por una cerveza.

En la gasolinera del cruce doy manguerazo a la bici, y aquí me despido de Jacint Verdaguer, subiendo carretera arriba, ahora somos unos cuantos juntos.

Los 2 últimos kilómetros a Espot se me hacen eternos, llevo 2.500m de desnivel acumulado en 100 km y creo que toca volver a comer. Intento comprar una libreta nueva (no lo consigo) y hacemos noche en el Albergue Les Daines. Ducha, cena en compañía y al día siguiente a continuar la aventura de bikepacking, autosuficiencia, larga distancia y dibujada. Será el 2º tramo más esperado de este reto: la travesía hacia el Triadó y la Vall Fosca.

EL COLL: LA CREU D’EIXOL

De esos parajes que flipas, ya 2.231 m. Merecen una pausa para disfrutar unos instantes más – o tomar aire después de los 7 km de subida.

Pau y Christian también se han parado poco antes de llegar yo. Dando un bocado me cuentan con pena que se pierden una competición de sus hijas pequeñas. El yin y el yan.

– Hasta luego Nuri!
– Saldréis en el dibujo.
– ¿Nos dibujarás?
– Sí. Seréis dos puntitos (digo riendo).

Y salen dirección al refugio forestal Quatrepins (yo no veré ningún pino)

 

HACIA EL TRIADÓ, PISTA DE ESPOT A LLESSUI

ES – PEC – TA – CU – LAR
Es grandioso. Serra dels Estanyets, Serravilla y Serrat de Mainera el último tramo.

Vuelvo a detenerme. No puedo evitar dejar de hacerme una mancha rápida con ceras mientras veo a mis compañeros pedaleando por la pista travesera. ¡Ya recuperaré tiempo bajando!

En el Salto de Agua Mainera no me gusta ver un 4×4 junto a una señal de Parking (¿es necesario?, ¿aquí??) y unos excursionistas dando un bocado sobre la mesa de picnic. (Si quieren hacer una excursión, ¿por qué no van caminando?). Es un lugar precioso: por un lado el arroyo desaparece en el vacío, por el otro, más arriba, la cascada.

Desciendo el Triadó con precaución, no quiero romper ningún radio: mil lazadas en vertical y piedra ferruginosa de rojo intenso. En Torre de Capdella, mientras me como un plátano, me entero de que Mario, más adelante, tiene un golpe de calor y no se encuentra bien. Me voy a encontrarlo y le acompaño. Ahora tenemos bastante tramo de carretera tranquilo.

El día avanza, el calor sube, así como las terribles columnas de humo del fuego de Artesa. Nuevo cambio de recorrido a causa de los incendios. El corazón se nos encoge.

Al día siguiente bajada rápida entre las paredes de Terradets, y después las llanuras hacia Tàrrega. Hemos pasado del verde montañoso del día anterior a las llanuras doradas de cereales, un contraste cegador. Pero el termómetro no nos da tregua y sube entre los 40 y 48 grados. Hemos coincidido con unos días de extremo calor. No me siento con ánimo de dibujar y Mario tiene que dejarlo en Tàrrega, tiene mal cuerpo. Nos volvemos a separar.

En Vallbona de les Monges un colorido pájaro carpintero te da la bienvenida. Es el magnífico mural de Swen Schmitz Coll, el ilustrador de pájaros.

DE POBLET A PRADES

Por la mañana bordeamos el majestuoso monasterio cisterciense de Poblet entre viñedos y la cámara de Eliseu, esquivando ramas arrancadas por el viento de la noche anterior. Cisterciense. Me vienen a la cabeza las ruinas escondidas de Valldaura, en Collserola, de donde salieron los monjes que levantaron Santes Creus. Me pregunto: ¿Cuándo se fundó Poblet?, ¿antes o después que Valldaura? Tomo nota mental para mirarlo más tarde.(*)

(*) Valldaura (Collserola) y Poblet fueron paralelos: en 1150. El primero con monjes traídos venir por el señor de Montcada desde Tolosa de Languedoc y el segundo venidos, venir de Fontfreda (Narbona) por deseo del conde Berenguer de Barcelona.

Los kilómetros avanzan rápidamente, voy haciendo vía. En el bosque (mágico) de Poblet -Paraje Natural Protegido- un duende (Genís Colell) ha dibujado grandes setas en los árboles. La oronjael níscalo, el parasol… y sigo subiendo al refugio libre de la Era de Noguers. De ahí bajada rápida hacia Prades, hay hambre.

En Prades (km 357) almuerzo unas albóndigas con sepia que han entrado de maravilla. Y un clara fresquita. Ferran -multirepetidor de la CAT700- trabaja a la sombra de un árbol: – «¡yo unos pies de cerdo!»

Se nos acerca un abuelo, curioso de ver qué hacemos en el banco:
-Me vendo 60 años… y bien de precio, ¿eh?
-¡Qué buena idea! (contestamos)
– Sí. Pero nadie me los ha comprado todavía.

AI EL MONTSANT, … TIERRA DE VIÑAS

La brisa sube del valle y trae olor a viñedo. Ya se olía por la mañana con el rocío, bajando a la Espluga de Francolí, y aún ahora, pasado mediodía y Cornudella de Montsant, que el calor -y las chicharras- están en su punto álgido. El aire refresca un poco, a diferencia de los últimos días.

Me detengo en la puerta de una bodega (km 375). Un murete de piedra seca me hace de mesita. Creo que voy bien de tiempo (creo que estoy equivocada) y hago otro dibujo, a la sombra se está bien.

¡Y será el último! Ostras que las tierras del Priorat son un sube-baja ciclista constante. Aquellos kilómetros que nunca avanzan, piedra suelta… cometo un error en un cruce y me toca rehacer un subidón cementado derecho como un bastón. Sigo, pero los colores, ya no saldrán más de la bolsa.

 

LLEGANDO AL DELTA

A partir de aquí no me entretengo y no dibujo más, no quiero que la organización tenga que esperarme. Y me cuesta, porque los acantilados de Tivissa (km 436) y las vistas bajando al Perelló (¡vemos el mar por primera vez!) son brutales. Me cruzo con ciclistas de paseo, la mayoría extranjeros.

En Amposta (km 493) cae una horchata fresca, que es mejor eufórico que cualquier otro gel energético, y me dejo llevar por el paseo de ribera junto al Ebro. Me asombran los kilómetros de túnel vegetal de sombra que tienen en recuperación. Deja entrever a un lado el río, en el otro los arrozales… estos arrozales de un verde vibrante, vivos, interminables. Por el camino paso un par de compañeros parados en un banco, diría que quieren darse un baño. Se está bien.

La guinda del pastel es el sendero ratonero junto a la playa, donde me viene a encontrar de nuevo Mónica con la bici. Me vuelve a acompañar los últimos metros hasta la llegada, donde me espera Mario.

¡Ya estoy!, reto logrado. ¡Qué bien me lo he pasado!

Una maravilla de recorrido y paisajes diversos, de compañeros, organización impecable… y los 2 retos logrados a pesar de los obstáculos. Ahora voy a pensar algún reto más para la próxima edición.
PARA A LOS QUE LES GUSTAN LAS ESTADÍSTICAS
530 kilómetros
Casi 9000 m de desnivel acumulado
12 dibujos en ruta
1 cuaderno de viaje perdido
4 días y medio en ruta
0 vivacs
0 problemas mecánicos
Catalunya cruzada de cabo a rabo (o de rabo a cabo)

Nuri Galbe: @bikesketching
Para saber más de la aventura de Verdaguer en el Aneto: https://maleida1882.wordpress.com/

NÚRIA GALBE

Hija de Collserola (Barcelona), entiende la vida entre montañas y naturaleza. ¿Deportista? Prefiere llamarlo «actividades de montaña»: desde el excursionismo hasta el ciclismo y el esquí (ambos en diversas disciplinas), u otros como el alpinismo, los barrancos… La travesía y la larga distancia le ayudan a entrar en la naturaleza, más que decir salir de excursión. Licenciada en Comunicación/Publicidad y Marketing, le atrae la exploración, salir de los caminos marcados… y el dibujo. Formada en el taller de varios artistas, en 2015 conoce el urban sketching, el dibujo in-situ y su lema: «el mundo dibujo a dibujo». Núria junta ambas pasiones, desarrollando una técnica tanto personal como intensa para captar sobre el papel – y comunicar- los instantes vividos de forma activamente.
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