Con la punta de su bastón, HENRIETTE DE ANGEVILLE escribe en la nieve helada de la cima del MONT BLANC: «vouloir, c’est pouvoir» (Querer es poder). Estamos en septiembre de 1838 y esta aristócrata alpinista se convierte en la segunda mujer que llega a la cima. Treinta años antes había sido MARIE PARADÍS, la primera. Pero, según relatos de la época, MARIE fue más bien convencida para hacer la cima: de extracto humilde, no tenía la misma motivación ni anhelo que HENRIETTE, una mujer de formación liberal y culta. La primera fue prácticamente arrastrada hasta arriba, mientras que la segunda sentía un ferviente deseo de subir montañas y, especialmente, el imponente MONT BLANC, su «amante helado». Tras estas pioneras, vinieron otras en hacer «primeras femeninas».
Ser pionero en cualquier ámbito humano implica una gran dosis de convicción, determinación, coraje y atracción por los retos. Si hablamos de pioneras, no podemos obviar que este reto es doble: abrir camino y ser mujer.
Por ello, apoyo con entusiasmo la iniciativa de dos mujeres pioneras que ha hecho posible que tenga esta revista en sus manos. Una revista en femenino, hecha por mujeres y para las mujeres, deseando que nos guste y motive por igual, mujeres y hombres amantes del deporte y de los valores feministas, que no son otra cosa que una lucha de todas las personas para un mundo más igualitario y justo.