LAS VIEJAS SENDAS

Columna escrita por ENRIC FAURA
Reseña del libro «LAS VIEJAS SENDAS» escrito por ROBERT MACFARLANE (Pre-Textos, 2017)

La finalidad de la vida es caminar

Descubrimos a ROBERT MACFARLANE hace más de 10 años cuando se tradujo al castellano su libro LAS MONTAÑAS DE LA MENTE (Random House, 2020), un texto que nos deslumbró por el análisis de la atracción que el mundo de la montaña ha producido en los humanos y como ha ido evolucionado a cada época. Volvimos a disfrutar con NATURALEZA VIRGEN (Alba Editorial, 2008), donde con el mismo estilo y con llave autobiográfica explicaba su búsqueda de la naturaleza más salvaje y virgen en INGLATERRA e IRLANDA. Y después nos llegó una tercera entrega de una especie de trilogía que esperamos tenga continuidad. Se publicaba LAS VIEJAS SENDAS (Pre-Textos, 2017), un texto de no ficción sobre algunos de los caminos y de las rutas más antiguas y clásicas de INGLATERRA, pero también del HIMALAYA, GUADARRAMA o PALESTINA, siempre a pie y desde la experiencia personal.

La tesis de fondo del texto es que los caminos han sido creados por los humanos para solucionar sus necesidades de transporte, comunicación o desplazamiento, y que seguirlos y transitarlos es una forma de acercarse a las sociedades que los originaron. Cuando los humanos han tenido estas necesidades se han puesto a caminar, para desplazarse, hacer negocios o comunicarse, hace miles de años o hoy con los modernos trenes de alta velocidad. A lo largo de la historia de la humanidad donde ha habido personas han creado caminos y vías de comunicación y este libro intente explicar unos cuantos. Y los caminos se han creado de una manera tan sencilla como empezando a caminar, paso tras paso, sin mucho más.

El autor tiene una sólida formación científica y esto aflora en cada página, en los apuntes de geología o biología, pero supera el peligro de encorsetarse en un texto académico para ir más allá, intentando explicar la historia, las circunstancias, el contexto y el tiempo de cada camino, para transmitir el paisaje que se deriva, entendiendo el concepto de paisaje como algo dinámico, que evoluciona y se forma. Describe las rutas que hace, las características físicas, geológicas, humanas, históricas, pero también los sentimientos que le despiertan, la experiencia del momento y de la excursión. Transmite siempre el gusto y la admiración por la naturaleza, combinada aquí para la historia humana que ha dado lugar a ese camino. Porque caminar y recorrer los viejos caminos es una manera de acercarse a la naturaleza y a aquellas personas que los hacen o han utilizado.
Desde una perspectiva holística integra los elementos más puramente físicos de la naturaleza con el ser humano y sus necesidades. Reflexiona y divaga como el medio y el paisaje influyen en el hombre, en su pensamiento y en sus reflexiones, y a veces también en sus sentimientos. Nos enseña los paisajes que transita, pero también a mirarlo, sentirlo, percibirlo. Tiene una mirada muy plástica y notablemente sensitiva. Las piedras, los árboles, los ríos, cogen vida y cobran un nuevo sentido en los textos de MACFARLANE.

El libro no hace una apología de los grandes viajes, sino los caminos cercanos, a veces al lado de casa, muchos de ellos en desuso, humildes y olvidados, de dimensiones humanas, que siempre nos acercan a la naturaleza, en cierto sentido rehuyendo la épica. Caminar y los viejos caminos son historias humanas, antiguas, que podemos hacer nuestros. En un momento como el actual, de exaltación de la vertiente deportiva y a menudo también competitivo para la sociedad contemporánea de cualquier actividad en el medio, este texto pone en valor los caminos como concepto, donde radica un poso cultural, humano, geográfico y paisajista y las huellas de pueblos antiguos. Son constantes las referencias culturales y envuelve las descripciones de los caminos de cultura, como una cebolla, donde cada capa es la aportación de una época, de un escritor, de un viajero, de un poeta, de un pintor o un filósofo y consigue elevar a la categoría de concepto cultural los viejos caminos.

Este texto es un extraordinario libro de no ficción, de estilo pausado y elegante con páginas serenas, que destilan cultura por todos lados. No nos cansaremos de recomendarlo a cualquiera, pero especialmente a los amantes de caminar y los caminos. Libro soberbio servido por una traducción modélica, muy rica y precisa.
Inevitablemente está hecho en clave inglesa, nos gustaría poder leer un texto similar con referentes más cercanos y de nuestra casa. ¿Quién se anima?

En 2018 se celebró el centenario de RAIMON PANNIKKAR, un filósofo y teólogo intercultural e interreligioso que entre muchas otras cosas escribió la cita que encabeza este texto. Aunque ambos personajes aparentemente no relacionados, queremos pensar que no le haría estorbo acompañar al texto de MACFARLANE, porque si en el fondo el fin de la vida es caminar, que mejor que hacerlo de la mano de ROBERT MACFARLANE.

ENRIC FAURA

Excursionista, montañero, articulista y autor de libros
Por si quieres compartir esta columna

ARTÍCULOS PUBLICADOS POR EL AUTOR