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JOHN MUIR, EL PADRE DE LA WILDERNESS

Columna escrita por ENRIC FAURA

No son tantas las personas que han marcado la historia del conservacionismo. Entre los nombres más destacados brilla el de JOHN MUIR, este irlandés convertido estadounidense que fue uno de los profetas de la lucha por conservar el medio en su estado primigenio, dedicando su vida a vivir y escribir sobre la naturaleza, convirtiéndose en una de las voces más importantes en la historia del ambientalismo.

Nacido el 1838 en DURBAN, al norte de IRLANDA, su familia emigró a los ESTADOS UNIDOS en 1849, cuando él tenía 11 años, y donde residiría hasta su muerte en 1914, a los 76 años, en LOS ÁNGELES. Su familia era campesina en WISCONSIN y él ayudaba a las tareas del campo, bajo la vigilancia de un padre autoritario, pero siempre que podía se escapaba con su hermano en los bosques cercanos, donde nació su amor por la naturaleza. Fue inventor de varios ingenios mecánicos, pero pronto se fue de casa para recorrer el país. Huyó de su país en CANADÁ para no participar en la guerra de Secesión. Hizo un largo viaje a pie de más de 1.000 millas por ESTADOS UNIDOS, que marcó un antes y un después en su vida y en la manera de mirar el mundo. Sufrió de malaria y buscando un clima templado se instaló en CALIFORNIA, que sería su hogar hasta la muerte, enamorado de las montañas de SIERRA NEVADA y de YOSEMITE. El verano de 1869 hizo la primera visita a YOSEMITE, acompañando a un pastor y su rebaño, y quedó atrapado, pasando largas temporadas en los veranos. Allí nace uno de sus libros más importantes, MI PRIMER VERANO EN LA SIERRA (1911), publicado el año 2018 por la editorial Relee.

Incasable propagandista de las bondades de la naturaleza, pronto se dio cuenta de que la creciente industrialización del continente amenazaba su conservación y se dedicó a luchar por su preservación, defendiendo la creación de grandes espacios con la máxima protección que evitara su alteración. Aunque no es el padre, es uno de los principales impulsores e ideólogos del concepto y de la figura de parque nacional, como herramienta máxima de conservación. Consigue que en 1890 el Congreso estadounidense declare YOSEMITE como parque nacional, se sienten en el PN de YELLOWSTONE, creado en 1872. En 1901 publica el libro OUR NATIONAL PARKS, que llama la atención del presidente de entonces, THEODORE ROOSEVELT, que el verano de 1903 el visita a YOSEMITE. Allí, caminando por los bosques y contemplando las montañas, elaboran unos programas de conservación de la naturaleza que el presidente hace suyo y que con el tiempo dará lugares a los PN de SEQUOIA, MOUNT RANIER, PETRIFIED FOREST y GRAND CANYON. Para perseverar y estructurar esta tarea conservacionista, en 1892 funda y es su presidente hasta su muerte la organización «SIERRA CLUB», mítica ONG conservacionista, que aún hoy lucha por la defensa del medio.
La figura de MUIR es importante por varios aspectos. Impulsor del concepto de PARQUE NACIONAL, fundamental en USA y también EUROPA para proteger grandes extensiones de terreno de la actividad humana, escritor prolífico, con llanuras bellas y sensibles sobre los encantos de la naturaleza, pero sobre todo defensor de la experiencia directa de la naturaleza en su estado primigenio, no alterado por la mano humana, y por tanto padre de la wilderness. MUIR fue un conservacionista de campo, que no quería encerrarse en una biblioteca, sino que pasaba todo el tiempo que podía caminando por valles, bosques, ríos y cumbres, buscando la vivencia continuada en la naturaleza. Escribió cientos de artículos, más de una docena de libros, que entendía como instrumento en su cruzada en defensa de la naturaleza.

MUIR ha sido una de las voces más influyentes que ha dado contenido y bagaje al concepto contemporáneo de naturaleza y la necesidad, más bien obligación, de su preservación intacta. MUIR sabe encontrar la trascendencia humana, filosófica y espiritual de la experiencia profunda con la naturaleza. Su figura no destaca por sus teorías especialmente brillantes, si no sobre todo porque gracias a su escritura, a la belleza y sensibilidad que fluían de sus palabras, convenció a cientos de miles de americanos y después de personas de todo del mundo, de que valía la pena mantener vírgenes los espacios naturales, libres de cualquier explotación, tanto por sus contenidos biológicos y también humanos, es decir, por lo que aportan a la persona que los visita. En la historia del conservacionismo MUIR es uno de los fundadores de una especie de romanticismo – transcendentalista, con un claro componente religioso, de la conservación de la naturaleza y los valores inmateriales y casi morales que se derivan. Esto debe entenderse en el contexto y circunstancias de su época. En cierto sentido fue un seguidor del pensamiento de EMERSON y THOREAU y erigió la naturaleza en un templo a preservar.
Vale la pena leer algunas páginas de MUIR. Quizás nos parecerá un ingenuo claramente naïf, ya que embelesa ante una puesta de sol o una aurora boreal, en un terremoto se exalta en lugar de asustarse, pero de todas sus páginas se desprende un amor auténtico y gratuito hacia en la naturaleza, unas descripciones de sus bellezas y sobre todo nos abre un camino para convertir la experiencia de la vida natural en una experiencia moral. Las lecturas de MUIR nos permiten establecer una comunión con la montaña y son una puerta para un reencuentro personal. MUIR es un modelo de autenticidad que quizás hace de digerir en la época del plástico pero que, al mismo tiempo, produce una sensación profunda de paz espiritual.

Su importancia y legado se hacen evidentes con los muchos testimonios en su recuerdo: desde un bosque de secuoyas gigantes que es monumento nacional, en una playa, en un college en la universidad de CALIFORNIA en SAN DIEGO, a una cumbre de 4000 metros, a un nevero en ALASKA, y entre ellos el JOHN MUIR TRAIL, una ruta de unos 350 qm con 26.000 metros de desnivel, en CALIFORNIA, en homenaje al padre de la wilderness.

ENRIC FAURA

Excursionista, montañero, articulista y autor de libros
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