Página tras página nos hace caminar en una confluencia de reflexiones, experiencias e investigaciones, algunas puramente instintivas, otras más elaboradas. La parte científica y naturalista no es menor, con unos capítulos donde nos cuenta la evolución de las hormigas o insectos más pequeños en sus caminos para desplazarse, saltando a los primeros caminos fósiles del planeta, añadiendo interesantes reflexiones sobre la historia de la ciencia. A menudo nos ha recordado el estilo de trabajo de ROBERT MACFARLANE, no sabemos si la ha leído, pero todo nos hace pensar que sí y que utiliza su método de divulgación práctica y cultural, aunque con un resultado no tan logrado.
Las páginas de estos libros son una confluencia de reflexiones, pensamientos, pequeñas investigaciones, anécdotas, curiosidades, historias y experiencias del caminar y del camino y termina con una conclusión contundente: la historia de la vida en este planeta puede verse como un único camino que ha hecho la humanidad al caminar.
Sin embargo, el balance de la lectura del libro no puede ser del todo positivo. El texto es disperso, dando vueltas y revueltas a temas puntuales, es un poco desordenado e inconexo y a veces se hace un poco pesado. Seguramente le ha faltado un tiempo de descanso y depuración, parece escrito a chorro, con un impulso juvenil sin reflexión ni inclinación. Los objetivos del autor son ambiciosos y los resultados nos parecen insuficientes. Aunque el conjunto no nos ha parecido redondo ni la lectura ha sido siempre exitosa hay algunas páginas, fragmentos y episodios bonitos y atractivos, que a todos los aficionados a caminar o a los caminos nos podrán interesar.