No son tantas las personas que han marcado la historia del conservacionismo. Entre los nombres más destacados brilla el de JOHN MUIR, este irlandés convertido estadounidense que fue uno de los profetas de la lucha por conservar el medio en su estado primigenio, dedicando su vida a vivir y escribir sobre la naturaleza, convirtiéndose en una de las voces más importantes en la historia del ambientalismo.
Nacido el 1838 en DURBAN, al norte de IRLANDA, su familia emigró a los ESTADOS UNIDOS en 1849, cuando él tenía 11 años, y donde residiría hasta su muerte en 1914, a los 76 años, en LOS ÁNGELES. Su familia era campesina en WISCONSIN y él ayudaba a las tareas del campo, bajo la vigilancia de un padre autoritario, pero siempre que podía se escapaba con su hermano en los bosques cercanos, donde nació su amor por la naturaleza. Fue inventor de varios ingenios mecánicos, pero pronto se fue de casa para recorrer el país. Huyó de su país en CANADÁ para no participar en la guerra de Secesión. Hizo un largo viaje a pie de más de 1.000 millas por ESTADOS UNIDOS, que marcó un antes y un después en su vida y en la manera de mirar el mundo. Sufrió de malaria y buscando un clima templado se instaló en CALIFORNIA, que sería su hogar hasta la muerte, enamorado de las montañas de SIERRA NEVADA y de YOSEMITE. El verano de 1869 hizo la primera visita a YOSEMITE, acompañando a un pastor y su rebaño, y quedó atrapado, pasando largas temporadas en los veranos. Allí nace uno de sus libros más importantes, MI PRIMER VERANO EN LA SIERRA (1911), publicado el año 2018 por la editorial Relee.
Incasable propagandista de las bondades de la naturaleza, pronto se dio cuenta de que la creciente industrialización del continente amenazaba su conservación y se dedicó a luchar por su preservación, defendiendo la creación de grandes espacios con la máxima protección que evitara su alteración. Aunque no es el padre, es uno de los principales impulsores e ideólogos del concepto y de la figura de parque nacional, como herramienta máxima de conservación. Consigue que en 1890 el Congreso estadounidense declare YOSEMITE como parque nacional, se sienten en el PN de YELLOWSTONE, creado en 1872. En 1901 publica el libro OUR NATIONAL PARKS, que llama la atención del presidente de entonces, THEODORE ROOSEVELT, que el verano de 1903 el visita a YOSEMITE. Allí, caminando por los bosques y contemplando las montañas, elaboran unos programas de conservación de la naturaleza que el presidente hace suyo y que con el tiempo dará lugares a los PN de SEQUOIA, MOUNT RANIER, PETRIFIED FOREST y GRAND CANYON. Para perseverar y estructurar esta tarea conservacionista, en 1892 funda y es su presidente hasta su muerte la organización «SIERRA CLUB», mítica ONG conservacionista, que aún hoy lucha por la defensa del medio.